martes, 28 de febrero de 2012

5 años...





























       Hoy, este blog cumple 5 años. Podría decir aquello de que da vértigo mirar atrás, pero sería mentira: parece que fue ayer y, además, da más vértigo el mañana. Yo estudiaba filosofía entonces, y hoy trabajo (en fin…) en la tesis, aunque no esté todavía muy claro cuál. Sigo en Madrid, trastornado perdido. Y sigo, hoy como entonces, contemplando con perplejidad fotografías de Verónica Zemanova (y tantas otras, pero hoy me ha dado por esta). Escribí un texto para celebrar el aniversario, porque adoro los cumpleaños, pero me ha gustado tan poco que a punto he estado de montar un simple post con mis fotos preferidas de la checa por antonomasia. Por eso de variar contenidos. Como una de las normas de este blog es que aquí no se borra nada, he temido avergonzarme mañana de la idea que hoy parecía ocurrente y he preferido ser discreto. Pero créanme que salen perdiendo.
    Me he dado, por eso del aniversario, el gusto de consultar las estadísticas, pero la verdad es que poco interés tienen. El texto sobre Garganta profunda es el más visitado, no es ninguna sorpresa. Que el segundo sea el de Georges Méliès sí es más inesperado, pero ¿a quién le importa? Marginalia se actualiza de pascuas a ramos, no mantiene contactos fuertes con la “blogosfera”, apenas está enlazado por otros blogs y no se presta mucho a que los hipotéticos lectores lo lean a escondidas al llegar por la mañana a sus trabajos de oficina, en suma: no lo lee nadie. Las estadísticas, cierto es, marcan 15389 lectores, al menos desde marzo de 2009 que es cuando se creó esa opción en Blogger. Me parece bien (no me esperaba un número de más de 3 cifras), aunque cuento con que al menos la mitad de esas visitas han llegado por error o no han acabado un solo texto: una protesta habitual es su longitud, pero poco puedo hacer al respecto, las cosas salen como salen, duran lo que duran. Es lo que hay. Comencé este blog por mí, por hacer mano, mantenerme escribiendo, evitar la tensión de los artículos formales. Lo comencé pensando en cómo sería leerlo cuando tenga 80 años: la palabra “diarios” no está en el título por nada, Marginalia es un blog personal, aunque yo no sea el tema de los posts. Por lo demás, no lo empecé para hablar de cine, pero de momento es lo único que sale, no me siento aún cómodo con la filosofía, el cómic o la política (con la música me atreví en otro blog compartido, pero duró poco). A lo más que me atreví es a hacer recomendaciones, que disfruto repasando por eso del gusto de ver a Guerín al lado de Lloyd Kaufman. En realidad, este blog es como un álbum de fotos.
    Supongo que debería hablar algo en extenso del blog, lo que he hecho, cómo lo veo, etc. Pensaba que sería una buena ocasión para reflexionar sobre lo realizado, pero la verdad es que nada puede motivarme menos en este momento. Habrá que conformarse con esto, hasta dentro de otros 5 años.
    Por cierto: en unos días, casualmente, se cumplirán diez años de mi primer corto, el invisible (¿alguien tiene modo de digitalizar Hi-8, por dios?) Espacio I. Infancia, realizado en marzo del 2002, meses antes de exiliarme a Madrid- y días antes de hacer el segundo, filmando mi polla durante más de 20 minutos-, huyendo de demasiadas cosas como para recordarlas aquí. Háganme caso, jóvenes: huir es imposible. No hay escapatoria. Solo hay rendición, o lucha. No es mal momento para recordarlo, ¿no?

4 comentarios:

Anónimo dijo...

gdfghjk

MERLUCY dijo...

Yo lo leo alguna vez..pero sí, metes unas chapas acojonantes... para qué engañarnos...jajajajaaaaa!!!
Desde luego....huir es del todo imposible, pero me creo que eso no lo supieras antes...

Rubén García López dijo...

¡Hey! Cuidado con eso que dices. No sé qué habrá pasado con tu conexión, espero que renueves recetas de cocina. Un besazo.

Rubén García López dijo...

¡Hey! Cuidado con eso que dices. No sé qué habrá pasado con tu conexión, espero que renueves recetas de cocina. Un besazo.